Probablemente el sentido que más utilizamos en nuestras narraciones.
ACTIVIDAD: Describe una de estas fotografías para el catálogo de una exposición. Realiza una descripción objetiva y otra subjetiva.
- Señala el aspecto general que presenta, sus elementos destacados y la impresión que te produce.
- Decide qué orden vas a seguir: de lo cercano a lo lejano, del centro a las afueras, etc.
- Utiliza muchos adjetivos referidos a la vista (aunque no exclusivamente).
- Recurre a sinónimos para evitar repetir los mismos verbos: parecer, semejar, asemejar, parecerse, aparecer, distinguir, ver,vislumbrar, existir, encontrarse, hallarse, situarse, esconderse, emerger, flotar, mostrar, surgir, hundir, desaparecer, aflorar, brotar…
- En la DESCRIPCIÓN SUBJETIVA puedes incluir los recursos literarios que quieras: metáfora, símil, personificación, enumeración, hipérbole…
- Longitud: un párrafo de unas 6 líneas con letra Verdana 10.
- Cuidado con la presentación y la ortografía.
ADJETIVOS que puedes utilizar: anguloso, circular, cuadrado, minúsculo, amplio, lívido, turquesa, añil, azulgrana, bronceado, anacarado, pardo, castaño, cobrizo, comercial, residencial, bohemio, céntrico, agradable, industrial, apacible, animado, cuidado, descuidado, limpio, contaminado…
No te olvides de los CONECTORES: en primer plano, en medio, al fondo, en el horizonte, a la derecha, a la izquierda, alrededor de, cerca de, delante, detrás, arriba, junto a, entre…
EJEMPLO:
La imagen pertenece a una cordillera joven formada por altas montañas graníticas. Al fondo, las cumbres más elevadas están cubiertas por nubarrones que anuncian tormenta. Bajo la cima superior hay un glaciar en regresión que ha perdido la lengua terminal. La cuenca lacustre que se ve en el valle ocupa cubetas excavadas por los glaciares. En la zona central, los lagos están rodeados por bosques de coníferas que crecen a grandes alturas. Por la izquierda, rayos de sol naciente asoman bajo las nubes iluminando las aguas y los árboles. En primer plano, una capa de nieve fresca cubre el paisaje otoñal anunciando la llegada del invierno.
L. Alejos
DESCRIPCIÓN SUBJETIVA
Al final del otoño las montañas imitan a las marmotas, hibernan cubriéndose con un denso manto de nieve que oculta las duras rocas y protege la frágil vegetación de los rigores del invierno. El sol ha perdido fuerza y calor, apenas consigue asomar sobre la línea del horizonte. El frío es intenso, las aves emigran, los lagos se hielan, los cursos de agua enmudecen. Tan sólo se oye el gemido del viento zarandeando las copas de los árboles y el estruendo de las avalanchas que barren las laderas de las cumbres. Los colores del paisaje se van tornando cada vez más blancos, como el lienzo de un sudario mortuorio, a la espera de la resurrección de la primavera.
L. Alejos